EL ÚLTIMO DÍA                                           DIARIO

 

No puedo creer que ya es el último día de las vacaciones pero han sido unas vacaciones perfectas.

 

Esta mañana, mi hermano y yo hicimos snorkel en el mar. Lo disfruté mucho. Aquí el fondo del mar y la vida marina son impresionantes y hay una abundancia de peces interesantes.

 

Por la tarde, quedé con Luca en el centro y fuimos a devolver el cargador de móvil que él había comprado anteayer porque no funcionaba, pero el dependiente no quiso darle un reembolso porque Luca había perdido el recibo.

 

Después decidí comprar más regalitos para mis amigos y familiares. Para mi abuelo le compré un imán para la nevera porque los colecciona. Compré un collar para mi abuela, unos pendientes para mi tía, un reloj para mi mejor amiga y una gorra para su hijo.

Además, vi una camisa que me gustó pero cuando fui a probarla en los probadores de la tienda, quedaba demasiado estrecha y desafortunadamente no la tenían en otras tallas. ¡Que lástima!

Luca compró postales para mandar a sus amigos en Italia, sellos y unas chancletas muy chulas.

Cuando fuimos a la caja para pagar, Luca pidió un descuento pero el dependiente se negó a bajar el precio. ¡Qué tacaño! Pero por lo menos nos envolvió todos los regalos.

 

Más tarde, regresamos al hotel para descansar antes de salir todos para una cena de pinchos y una noche de diversión. Vimos un espectáculo de música y baile.

 

A medianoche, Luca y yo fuimos a pasear a lo largo del paseo marítimo, Luca me miró y me dijo: “Yo sé que esto es una locura y que nos conocemos desde hace sólo dos semanas pero es que ¡te quiero! Y sé que eres la persona justa para mí y que quiero pasar mi vida junto a ti. Eres todo lo que quiero y no aguanto la idea de estar sin ti.”

Luca me abrazó fuerte. No contesté enseguida, sino pasé unos momentos pensando en su abrazo, en sus ojos tiernos y en sus palabras, pero en realidad no necesitaba reflexionar porque ya sabía la verdad, entonces le respondí: “Yo también te quiero”.

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Charlamos durante dos horas antes de despedirnos. Yo tenía que partir para el aeropuerto en sólo cinco horas pero no quería dejar a Luca.

Lloramos, sonreímos, reímos y lloramos una vez más, pero una cosa estaba muy clara - queríamos volver a vernos muy pronto.

Me besó una ultima vez y me dijo: “Te llamaré por lo menos dos veces al día, te mandaré besos por el teléfono, pasaremos las noches hablando y pronto viajaré a las Islas Canarias para verte y tú también viajarás a Italia y te quedarás en mi casa. Nos veremos muy pronto, te lo prometo. ¡Te quiero!"